martes, 6 de mayo de 2014

¿Debería ser feliz?

Debería ser feliz. Tengo un hijo ¿acaso no es la cima de la realización del ser mujer? Debería estar feliz, entonces. Pero tampoco. Les confieso a mis amigas lo que creo que es terrible  "Antes de embarazarme agradecía todas las mañanas por la vida hermosa que tenía. Me sentía plena, feliz. Desde que nació el bebito no logro volver a sentirlo. No sé quién soy, no me siento yo". Soy una versión desmejorada de mi, color sepia, mediocre, cansada, aburrida, depresiva y dominada por las hormonas. 
Llevo siete meses de puerperio violentísimo y cuatro ciclos menstruales que están acabando conmigo. Me duelen los ovarios como nunca y sangro como una adolescente debutando su femeneidad. La hemorragia me dura una semana entera pero el malestar arranca una semana antes, y también la paso mal cuando ovulo. ¡Hasta me duele la cicatriz de la cesárea! En síntesis me siento como el culo casi todo el mes. 
Arrojada a los caprichos emocionales causados por el subibaja de hormonas consulto al médico. "Es la prolactina -me dijo el ginecólogo- cuando dejes de amamantar se te va a normalizar el ciclo". Muy alentador, mi felicidad depende de interrumpir la lactancia. Mientras tanto no me puedo emborrachar, ni "salir de el planeta solamente por un rato" como dice Fabiana Cantilo. Mientras, lloro a diario, me frustro por no sentirme bien, discuto con mi marido. Tengo la sensación de que casi nunca me entiende ni se percata de mi precariedad existencial, ni él ni nadie.
Mi bebito tiene siete meses y yo debería estar recuperada de todo ya, de las horas de sueño, de los cambios de humor y de un cuerpo tan intervenido por la medicina moderna y occidental como no comprendido. Quizás debería ir al homeópata, nunca fui pero intuyo que podría comprender mejor mi desorden físico, mental y espiritual. Y es que a veces ni siquiera hay una razón. Como dice mi amiga Flor "a veces me paso todo el día con un nudo en la garganta y estoy a punto de llorar", ella tiene un bebito pero ya no prolactina. "Es como si un dementor me hubiera sacado el alma" nos confiesa Nati, también madre reciente.
Me abruma la presencia de este nuevo ser en mi vida que requiere cuidados y atención permanente. Lo miro y quisiera ser de otra manera con él, no esta fuckin versión de madre depresiva, pero él parece ni enterarse, siempre sonríe y está feliz. A veces nos reímos juntos y me doy cuenta que se ríe como yo, haciendo un ruidito para adentro como si se ahogara de tanta risa. Y pienso que al menos él es feliz.

4 comentarios:

  1. Uauuu! Que fuerte ver esto! Gracias por compartirlo. Estoy buscando un embarazo, y cuando escucho a mis amigas madres desbordadas por las rutinas, la falta de sueño, de guita, de ayuda, rematar cada queja con un "pero soy re feliz, eh" me dan ganas de sacudirlas, de decirles -boluda estas diciendo que tu vida es una mierda, de que felicidad me hablas! Y pienso que estoy loca por buscar lo mismo.
    Entonces, ahora que todavia puedo (despues, veremos), racionalizo: porque tenemos que aclarar todo el tiempo que somos felices? Porque nos resulta obligatorio? Es como si no tuviéramos permiso para el fastidio o la tristeza, como si esas sensaciones nos hicieran malas a la mirada externa. Que tal si nos dieramos permiso para otras cosas que no sean la felicidad de propaganda? Que pasaria si cuando nos sintieramos juzgadas nos dieramos el permiso de aclararlo, de decir yo no me siento precisamente feliz, estoy confusa/ molesta/ lo que sea, asi que tu juicio no me sirve para nada? Es posible? O cuando esté reventada porque el pibito no duerma voy a aclarar que soy re feliz igual? Es una de las tantas cosas que pienso ahora, y que no se si voy a poder sostener. Que miedo me da!

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  2. Claro! te dan ganas de decirles, qué feliz? no me mientas! Creo que lo hacen por calmar una expectativa social: se espera que estemos en la cresta de la ola, realizadas. Lo importante que cuando te pase seas auténtica con vos misma. Tendrás que ver cómo te pega.... hay mujeres que ni se enteran del puerperio, como hay mujeres a quienes no les interesa pasar por el trabajo de parto, mujeres que paren extasiadas de placer y otras que se quiebran de dolor... Como dice María Pichot "hay muchas maneras de ser madre, tantas como mujeres en el mundo". Lo que me pasó a mi fue la necesidad de ser honesta con lo que me estaba (y está) pasando Me sentí tan al límite que no podía, encima sostener una mentira.

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  3. Meee pasa toodooo eso....a veces intento consolarme cuando veo que otras no son desbordadas como yo,diciendome "sos inútil y por eso todo te sobre pasa,ya voy a aprender a ser madre" wtf? Soy esta madre,no se que es lo que quiero aprender...en fin,crei que estaba loca o con depresión postparto(mi hija tiene un mes)pero no!

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    1. Olvidate Magui! es recontra normal lo que te pasa! Es más, te diría que hasta es sano para tu bebé, porque mientras vos puedas encontrarte con todo este lado oscuro dentro tuyo tenés la posibilidad de trabajarlo y sanarlo. Laura Gutman dice que mientras la mamá se haga cargo de su sombra, el bebé no tiene necesidad de manifestarla, así que llorá y pataleá lo que quieras, porque estás cuidando a tu bebé. Te recomendaría que consultes con algún grupo de madres puérperas, o alguna especialista en postparto para que te ayude en esta etapa. LAs puérperas estamos muy solas, desamparadas de atención profesional. A mi el encuentro de María Pichot me salvó la vida!

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